En principio poco parecen tener en común un asunto tan odiado como las matemáticas, con esos recuerdos tan nefastos del instituto, y las sensaciones de bienestar que nos provocan escuchar nuestra canción favorita...
Pues bien, para disfrutar de estas dos formas de comunicación creadas por el hombre y sentir su belleza sólo nos hace falta en un caso el sentido del oído, en el otro NUESTRA MENTE.
La música provoca sensaciones que hacen que nuestro cerebro produzca sustancias químicas comparables a las drogas pero sin efectos secundarios. Deseo que el siguiente vídeo tenga tal efecto en tí:
Ver el siguiente archivo matemáticas y música
Leer el libro de Keith Devlin El lenguaje de las matemáticas
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